Trains from Leipzig to Dresdefrom € 9.00

Traveling by Train from Leipzig to Dresden: A Journey to Remember! 

Exploring Germany's Saxony region by train is always a great experience, given the beautiful countryside and cute towns along the way. 

The trip from Leipzig to Dresden goes through some of the most picturesque spots and is the perfect way to immerse yourself in German culture. The journey between the two cities is about 120 kilometers long, and takes over than one hour; the fastest direct route is about 1 hour and 10 minutes. 

Along the way, you'll pass through smaller towns such as Bad Lausick, Riesa, and Großenhain, as well as Sächsische Schweiz-Osterzgebirge National Park, making it a perfect journey to see more of the Saxony region. 

The train departs from Leipzig Hauptbahnhof, the city's main railway station, and ends at Dresden Hauptbahnhof, located right in the center of the city. During the trip, you can admire the view of the countryside and enjoy the relaxed vibes of the small towns you pass by. The most iconic item you can spot along the way is certainly the Bastei rock formation, located at the east end of the Sächsische Schweiz-Osterzgebirge National Park. 

Traveling by train is a great way to explore Europe, and the Leipzig-Dresden route is a perfect example of it. The journey is pleasant and relatively short, while the scenery surrounding it makes it all worth it. Whether you want to experience the true beauty of Saxony or just need to get from one city to the other quickly.

This route is sure the best way to get there!

Descubre Leipzig, una ciudad que ha sido el epicentro de la música, la cultura y la historia en el corazón de Alemania. Con su rica herencia y vibrante vida urbana, es el destino perfecto para aquellos que buscan sumergirse en un viaje inolvidable. ¿Pero qué hace a Leipzig tan especial? Sigue leyendo y descubre los lugares que no te puedes perder y los sabores que debes probar.

Monumento a la Batalla de las Naciones: Este imponente monumento conmemora la victoria sobre Napoleón en 1813. No solo es un testimonio de la historia europea, sino también una obra maestra arquitectónica que ofrece una vista panorámica de Leipzig desde su plataforma de observación.

Iglesia de Santo Tomás: Conocida por su asociación con Johann Sebastian Bach, quien trabajó aquí como cantor, esta iglesia gótica es un lugar de peregrinación para los amantes de la música y la historia.

Estación Central de Leipzig: No solo es una de las estaciones de tren más grandes del mundo, sino también un impresionante ejemplo de arquitectura del siglo XX, ofreciendo una experiencia de compra y comedor única.

Barrio de Plagwitz: Explora este vibrante distrito conocido por su escena artística y canales navegables, donde antiguas fábricas se han transformado en estudios de arte y cafés.

Museo de Bellas Artes de Leipzig: Alberga una vasta colección que abarca desde la Edad Media hasta la actualidad, destacando por sus obras del período del romanticismo alemán.

Völkerschlachtdenkmal: Aunque ya mencionado, merece la pena recalcar su importancia como uno de los monumentos más significativos de Alemania, no solo por su historia sino también por su arquitectura única.

Jardín Zoológico de Leipzig: Considerado uno de los mejores zoológicos de Europa, ofrece la oportunidad de ver una amplia variedad de especies en hábitats cuidadosamente diseñados.

Después de explorar estos sitios, asegúrate de probar el Schnitzel o el Sauerbraten en uno de los tradicionales restaurantes alemanes de la ciudad. Disfrutar de una cerveza local en una cervecería al aire libre es casi un rito de paso.

Viajar por Leipzig te abre un mundo de historia, arte y gastronomía esperando ser descubierto. Cada rincón de esta ciudad tiene una historia que contar, desde sus monumentos y museos hasta sus calles y plazas. ¿Estás listo para explorar Leipzig y descubrir todo lo que tiene para ofrecer?

¿Alguna vez te has preguntado cómo sería explorar una ciudad que resurge con belleza de las cenizas de su pasado? Dresde, ubicada en el corazón de Alemania, es precisamente ese lugar. Con una historia que habla de resiliencia y una arquitectura que deja sin aliento, Dresde invita a descubrir sus tesoros ocultos. Pero, ¿cuáles son esos lugares que no puedes dejar de visitar? Acompáñame en este viaje por la Florencia del Elba.

La Iglesia de Nuestra Señora (Frauenkirche): Emblemática por su cúpula barroca, esta iglesia simboliza la reconstrucción de la ciudad tras la Segunda Guerra Mundial. La entrada es gratuita, aunque se sugiere una donación. No te pierdas la vista panorámica desde su cúpula.

El Zwinger: Este complejo palaciego es un festín para los ojos con su impresionante arquitectura barroca. Alberga varios museos, siendo el más famoso el Museo de Porcelana. La entrada varía, pero rondar los 10 euros te permite acceder a la mayoría de las exposiciones.

La Ópera Semper: No solo es un icono arquitectónico, sino también cultural. Aunque asistir a una ópera sería ideal, las visitas guiadas por el edificio son igualmente fascinantes y cuestan alrededor de 10 euros.

El Palacio Real de Dresde: Hogar del famoso Salón Verde y el Armadura, el palacio es una cápsula del tiempo que narra la rica historia de Sajonia. La entrada general es de unos 12 euros.

Los Jardines del Palacio de Pillnitz: Perfectos para un día de relajación, estos jardines a orillas del Elba ofrecen una mezcla de estilos arquitectónicos y botánicos. La entrada general es de 3 euros.

La Terraza de Brühl: Conocida como el "balcón de Europa", ofrece unas vistas espectaculares del río Elba. El acceso es gratuito y es el lugar perfecto para un paseo al atardecer.

El Panómetro de Dresde: Una experiencia única donde se exhiben panoramas gigantes de 360° que representan la ciudad en diferentes épocas. La entrada ronda los 10 euros.

En cuanto a la gastronomía, no puedes irte sin probar el tradicional Sauerbraten (asado agrio) en algún restaurante local o degustar un trozo de la famosa tarta de Dresde, ambos platos reflejan la esencia de la cocina sajona.

Recorrer Dresde no solo es moverse de un punto a otro; es viajar a través del tiempo, es maravillarse ante la capacidad humana de reconstrucción y belleza. Cada edificio, cada plato, tiene una historia que contar. ¿Listo para descubrirlas?